A petición de Ruddy Núñez, amigo showman de Valparaíso.
Estas calas están dedicadas especialmente a la familia Rojas García, de México. A Brenda, Jano, a Yesi y Alex un abrazo desde Valparaíso, se les quiere y recuerda.



Sábado 09 de octubre. Santiago.
Me fui a San Pablo, la última estación de la línea uno del metro en donde tenía que llamar a Carlos para que me diera las indicaciones de cómo llegar al lugar en donde se iba a realizar el encuentro. Me bajé a la altura del 9000 en la calle San Pablo, en Pudahuel. Los muros a pintar rodeaban la plaza, donde había una multicancha y juegos.
10:00 am, luego de conocer a Carlos, y a las demás personas que participaban del centro cultural que organizaba el encuentro, conjuntamente con la brigada Ramona Parra, conocí a los niños con los que intervendríamos el muro.
Como había mandado este blog a Carlos, el me sugirió trabajar con los niños del lugar. Al comienzo llegaron 3, pero avanzado el día llegarían app unos 15 niños en total. La idea nació de ellos, pintar a niños jugando entre casas y un paisaje verde, entre flores, árboles, y un río con peses.
Al comenzar a pintar el sol pegaba fuerte, así que una de las personas que ayudaba nos consiguió un toldo, el que armaron los niños.

Y comenzamos a pintar. El muro presentaba imperfecciones, pero no fue obstáculo para pintarlo y darle vida.






En la pared de la sede que daba hacia la plaza, pintaron los amigos de Mendoza, ilustres invitados a este gran encuentro de hermandad. El diseño del mural presentaba en el centro un cóndor representando a los pueblos latinoamericanos, y en el suelo a un toro muerto, representando a los españoles. A los costados unas manos sostenían una cadena cortada al centro.
Permanecimos solos durante la mañana con los profesionales de Proniño PFTI (peores formas de trabajo infantil)con los que hemos trabajado durante un año y meses pintando murales en la provincia de San Antonio. No era seguro que nos llegara ayuda para pintar, pero avanzada la mañana fueron apareciendo los batallones que nos ayudarían a atacar el muro con brochas y colores. Fueron tres cursos de un colegio cercano que nos ayudaron a pintar. No fue fácil ya que en un momento se juntaron dos cursos de pequeños pintores con muchas ganas, pero con un poco de exceso de creatividad, lo que hizo en un momento que el mural comenzara a parecer un dibujo improvisado de corazones con caballos azules, piedras rojas y pasto negro. 

El diseño se basó en la cultura indígena con elementos tales como Cultrum y diseños del arte diaguita y mapuche, con un fondo de montañas verdes y dos niños mapuche con un caballo. 

El lema de este mural fue "Por la Educación y la Integración Cultural" ...




